Mucho antes de que aparecieran los códigos QR, existían los códigos EAN. Son los código de barras que conocemos del supermercado, y que solo podía ser leídos por un software especial en la caja del supermercado. Este código críptico, limitado a 13 caracteres y no legible por humanos, fue revolucionado por la empresa Denso a principios de los 90.
Los códigos QR pueden almacenar muchos más caracteres que los códigos EAN
De repente, un código de barras unidimensional se convierte en un código QR bidimensional, en el que puedes almacenar hasta 4192 caracteres en lugar de trece.
Revolución: los smatphones leen códigos QR
Los códigos QR son un gran invento, pero en aquellos tiempos, ¿quién podía decodificar un código QR de este tipo (por cierto, QR significa respuesta rápida), excepto algunos elegidos que portaban lectores siniestros?
Pero entonces... sucedió: casi 20 años después de la invención de los códigos QR, el mercado se inundó de teléfonos inteligentes. El Capitán Kirk habría sentido celos si hubiera sabido lo que pueden hacer los teléfonos inteligentes: escuchar música, pedir pizza, filmar películas, aja y hacer llamadas telefónicas también.
La verdadera razón por la cual los códigos QR se volvieron populares entre los consumidores fue que los lectores de códigos QR empezaron a estar disponibles para cualquier smartphone, ya sea como una aplicación o integrado directamente en la aplicación de la cámara.
Los códigos QR almacenan mucho más que números.
A diferencia de lo que sucede con los códigos de barras, los códigos QR no solo contienen información útil para las empresas, sino también para los usuarios. A día de hoy,cualquier persona con un lector instalado en su smartphone (en algunos países ya son más del 70% de la población) pueden acceder y acceden a información y herramientas que mejoran su experiencia de usuario.
Además, otra diferencia con un código EAN convencional es que al escanear, lees la información contenida en el código QR y el smartphone te muestra opciones sobre qué puedes hacer con esta información. Un código EAN, solo contiene una combinación de números que se transmite al sistema de la caja registradora o del inventario.
La variante más habitual de un código QR es la que tiene codificada una URL. Al escanearlo, tu smartphone te dará la opción de visitar el sitio web vinculado. Otros ejemplos son las tarjetas de visita con código QR, las encuestas con código QR o los pagos SEPA con código QR. Además, detrás de un Código QR también puede haber vídeos, recomendaciones o concursos.